martes, 30 de noviembre de 2010

Casita Azul


Flash de fotografía entra por la ventana.
Ella se asoma...ahí está el sol retratándole esa primera mala cara de la mañana.
Se quema los pies con la fría baldosa mientras llega a la cocina.
La cafetera le orina un humeante café. La mala cara desaparece.
El dibujito en el pocillo le pregunta cómo es que ha llegado a lucir así.
Se inclina y peina su imagen en el retrato que refleja la puerta del microondas.
A ella le parece que así está bien.
Suena el teléfono rojo...lo contesta...es él.
-Sí, ya mismo-. Cuelga. Deja el pocillo. No probó el café.
Se pone la flor amarilla en el pelo que se ha vuelto a despeinar.
Se pone uno de los supuestos dos patines...el otro se ha perdido.
Cierra tras ella la puerta verde y comienza a empujarse por la calle con un pie descalzo.
Llega a la casita azul en menos de un minuto.

-Sí, ya mismo-. Menos de un minuto..y ella ya está con él.

Nunca comprendió la rapidez con que le abrió el corazón y las piernas.
Tal vez nunca lo entienda.
Tal vez se enamoró.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Se acostó llorando...con el maquillaje corrido por toda la cara.
Se durmió…y al despertar…nuevamente estaba enamorada.

22 de Agosto de 2010

Me quedé mirándola por horas...
Poco se movía...pero su imperceptible menear me cautivaba.
Viéndola, me había dejado de sentir sola…sabía que desde tu ventana…tú también la mirabas y pensabas en mí.
Hoy no está tan redonda como la prefiero…pero hoy es lo único que tengo para sentirme contigo…entonces esta noche la amo…porque la uso para amarte a ti.
Su luz es muy intensa…se escabulle por el vidrio y refleja su resplandor en esa cama de sábanas rojas sobre las que tú y yo hacemos el amor.
Cada pedazo de luz me pinta una película, me hace un recuerdo de las veces que me comes el cuerpo esparciendo tu respirar y tu albúmina por cada centímetro de mi piel.
El lugar se colma de gemidos…los tuyos y los míos.
Es cuando la luna se asusta y se esconde callada detrás de una nube cualquiera…
La vaporosa aparición termina de pasar…y ahí está nuevamente el blanco satélite…mirándome (ahora ella) con los celos más irremediables de saber que esta noche tú la miras con amor…yo la miro con amor…pero ninguna de las dos miradas es para ella.