Se trata de un ser no convencional que se pasea las calles más convencionales de Bogotá. Mira a izquierda y derecha...sin embargo, en el momento más imprudente, abandona el andén y se consume el asfalto.
Vive enamorada del personaje FICTICIO que reinventa cada mañana para que llene los renglones en blanco de cada página de su vida: "Soy una mujer promedio, que no tiene muchas tetas, casi nada de cintura y una piel no tan suave color lenteja que huele bien cuando estoy ovulando. Con labios demasiado gruesos para el gusto de muchos, perfectos para el mío. Algunas cicatrices, pocos lunares. Pelo largo, oscuro, que se enreda en los dedos de quienes lo tocan, pues nunca veo la necesidad de peinarlo. Muchas otras descripciones hacen de mí un buen paquete genético. Algo muy lindo para no ser observado, demasiado musical para no ser oído, bastante rítmico para no ser bailado."
Entonces le encanta la vida.
Observarla, oirla y bailarla.